¿Tu relación más bien como "roomies"? Éntrale a la intimidad emocional, ¡no te vas a arrepentir!
¿Sientes que a tu relación le falta ese "algo" más profundo? 🤔 ¡Aquí te digo cómo lograrlo! Olvídate de las pláticas superficiales y conéctate de verdad con tu pareja. Te doy unos tips prácticos para construir esa intimidad emocional que tanto hace falta. ¡Éntrale! #relacionesdepareja #intimidad #conexiónemocional #amorreal #tipsdepareja
PAREJAS
Abel Agustín Zárraga Luqueño
5/22/20253 min read


A ver, seamos sinceros. ¿Tu relación a veces se siente más como compartir el depa que como esa conexión profunda que sale en las pelis? ¡No te me achicopales! A muchos nos pasa. Pero chance y podemos cambiarle al switch. Hoy quiero platicarte de la intimidad emocional, esa onda que hace que tu pareja no solo sea tu "otra mitad" para pagar la renta, sino tu cómplice total.
¿Te late si vemos cómo dejar de tener pláticas de "¿ya sacaste la basura?" y empezamos a conectar de verdad? ¡Ahí te van unos puntos que a mí me han servido (y chance a ti también)!
Ponerle oreja de verdad (y sentir tantito lo que siente el otro):
¿Cuántas veces tu pareja te está contando algo importante y tú estás en la Matrix del celular? ¡A mí me ha pasado! La onda es escuchar activamente, como si te estuvieran contando el final de tu serie favorita. Deja el scroll un ratito, mírala a los ojos (sin que parezca que la vas a regañar, ¿eh?) y asiente para que vea que estás ahí, en el planeta.
Y luego, la empatía. Imagínate ponerte en sus chanclas un momentito. Si tuvo un día de perros en el trabajo, en lugar de soltarle el clásico "pues busca otro", trata de sentir su frustración. Un "híjole, qué pesado" a veces hace toda la diferencia. A veces solo quieren que alguien les diga "te entiendo".
Abrirte, sin miedo al "qué dirá":
Dejemos de hablar solo de si llovió o de qué vamos a pedir de cenar. Las conversaciones que realmente conectan son esas donde te sumerges un poquito, donde cuentas tus miedos más secretos (como que se te acabe el aguacate), tus sueños más locos (irte a vivir en una casa rodante) y esas cosillas que te hacen sentir medio inseguro.
Ser honesto, aunque a veces dé cosita, es la base. No tienes que contarle cada detalle de tu infancia en la primera cita (¡aguas ahí!), pero sí ser transparente sobre cómo te sientes, qué necesitas y qué te preocupa. ¿Algo te está picando en la relación? En lugar de que se haga una bronca enorme, platícalo con respeto. Recuerda, son un equipo, ¡no contrincantes!
Darse chance de apapacharse sin el "pero":
Con la chamba, el tráfico de locos y la vida en general, a veces la relación se vuelve un "nos vemos en la noche, si es que no me quedo dormido en el sillón". ¡Error! Necesitan esos momentos donde se apaga el mundo y se prenden ustedes dos. No tiene que ser irse de mochilazo a Sudamérica cada mes (¡aunque estaría chido!), sino desde cocinar juntos echando chismecito, hasta abrazarse viendo una peli sin que nadie esté contestando mensajes.
Lo importante es la calidad del tiempo, ¿me entiendes? Diez minutos de atención total valen oro. Dense esas "mini-citas" en casa o salgan a ese lugar que les gusta. ¡Invierte tiempo en tu relación como le inviertes a tu hobbie favorito!
Decir "gracias" y dar cariño seguido:
A veces se nos olvida lo chido que es nuestra pareja, como si fuera automático, que siempre nos van a ayudar o aguantar nuestros dramas. ¡No caigas en eso! Decir "gracias" y dar cariño (abrazos, besos, un mensajito lindo) es como echarle gasolina premium al coche de la relación.
Un simple "gracias por escucharme hoy" o un "me encanta tu sonrisa" hacen magia. Y no te olvides del contacto físico, ¡eh! Un abrazo inesperado o tomarse de la mano mientras caminan por el parque no cuesta nada y dice mucho. ¡No seas de esos que solo dan flores en el cumple!
En fin...
A ver, para que te quede el chip: pon atención cuando te hable, sé honesto aunque dé cosita, dense chance de estar juntitos sin tele de por medio y no se te olvide el "gracias" y el apapacho. Si le echas ganas a esto, chance y dejan de sentirse como compañeros de piso y empiezan a vibrar mejor.
La moraleja:
La intimidad emocional no es como encontrar un billete tirado en la calle. Se construye con ganas, día a día, con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Así que, deja de esperar el príncipe azul de cuento de hadas y ponte las pilas para construir algo real con tu pareja. ¡Te prometo que sentir esa conexión profunda rifa más que un maratón de Netflix!